TRANSEXUALIDAD, FAMILIA E INFANCIA
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TRANSEXUALIDAD, FAMILIA E INFANCIA

La transexualidad ha sido una historia de rechazo, aislamiento y exclusión en las sociedades occidentales.

                Los especialistas tienen un concepto de la transexualidad construido con creencias erróneas e interpretaciones sesgadas que ha llevado a la sociedad a generar tópicos infundados y, a estos niños y niñas a vivir en una especie de limbo ya que se les ha despojado de sus derechos.

                Dichos especialistas establecen que la transexualidad solo se puede instaurar después de la pubertad.

                Lo que no podemos obviar es que la transexualidad en la irrupción de una identidad sexual que aparece generalmente en los primeros años de vida.

                Esto hace necesario instaurar un modelo sociocultural respetuoso con la transexualidad, con los roles de género, con la identidad sexual. Pero llama la atención la escasez de estudios relacionados con la transexualidad en la infancia. Sin embargo, existe evidencia de que hay niños y niñas que desde una edad muy temprana dan muestras de una identidad de género que no se corresponde con el sexo al nacer, y proyectan un futuro con el género que sienten como suyo.

                El modelo biomédico se empeña en comprender la identidad sexual como un fenómeno puramente biológico. Este modelo parte de la necesidad de mantener un sistema binario de la sexualidad .Pero son biológicos en toda su extensión: física y cerebral. Son seres humanos que se han configurado en un orden social y cultural.

                Desde la medicina siguen empeñados en establecer criterios diagnósticos para la transexualidad, y no se hacen conscientes de que estos niños y niñas pueden tener los mismos problemas médicos, psicológicos o psiquiátricos que cualquier otra persona. Por este motivo, tanto los médicos como los psicólogos debemos escuchar atentamente la sintomatología que nos plantea un/a paciente independientemente de su identidad de género u orientación sexual.

                Solo muy recientemente, y, sobre todo, gracias a la movilización de familiares se ha hecho evidente la necesidad de un modelo sociocultural, y del apoyo y el acompañamiento a los familiares.

                Creo que es importante que desmontemos algunos mitos sobre la transexualidad:

  1. CAMBIO DE SEXO: habitualmente se dice que las personas transexuales realizan un cambio de sexo. Esto no es cierto ya que son del sexo del que se sienten, no del sexo con el que nacen.

2. LA TRANSEXUALIDAD ESTA DE MODA: es el mito que, por desgracia, está más extendido. Pero no es una moda, simplemente es que se le está dando más visibilidad y esto hace que se hable más de ello y se tenga un mayor conocimiento.

3. LAS PERSONAS TRANS VIVEN EN EL CUERPO EQUIVOCADO:  las personas trans no siempre tienen disforia corporal, pero la población general tiende a asociar genitales y otras características sexuales.

4. LAS PERSONAS TRANSEXUALES SE HORMONAN Y SE OPERAN: no todas la personas pueden (ya que la seguridad social no cubre todos los gastos que ello conlleva) ni todas las personas quieren someterse al tratamiento de hormonación e intervenciones quirúrgicas.

5. LOS MENORES TRANS LO SON PORQUE SE LO HAN METIDO SUS PADRES EN LA CABEZA: esto se cae sobre su propio peso en cuanto lo que supone socialmente para estos niños y sus familias, que no es otra cosa que lidiar con una cantidad de discriminación y odio constante

6. LAS PERSONAS TRANS TIENEN UN PROBLEMA PSICOLOGICO: el problema psicológico no lo tienen las personas trans sino la sociedad.

                Este colectivo, como cualquier otro colectivo minoritario sufren discriminación, transfobia y abusos verbales y/o físicos, lo que les hace más propensos a padecer estrés postraúmatico, ansiedad y depresión.

7. LOS NIÑOS NO SON LO SUFICIENTEMENTE MAYORES COMO PARA CONOCER SU IDENTIDAD DE GÉNERO: algunos niños se identifican genuinamente con un género diferente al que les asignaron al nacer a una edad muy temprana. Hay estudios, como el del Proyecto TransYouth que lo abalan.

8. LAS PERSONAS TRANSGENERO CONSTITUYEN UN TERCER GENERO: las personas trans se identifican explícitamente como hombre o mujer. Son, a todos los efectos, hombres o mujeres.

Con todos estos mitos tienen que lidiar las familias de niños y niñas transexuales. Además la infancia y la adolescencia de los menores transexuales están caracterizadas por la soledad, la introversión y el aislamiento social. A unas edades en las que los niños y adolescentes socializan, estos niños y niñas permanecen escondidos y temerosos.

                En algunos casos estos niños y niñas sufren el rechazo de su propia familia, que teme ver dañada su dignidad familiar. Hay casos en los que se les expulsa del hogar o incluso sufren maltrato parental. Esto hace que los niños/as se sientan culpables y terriblemente solos.

                La familia y los amigos más cercanos, son las personas en las que se apoya y se siente arropada y acompañada la persona transexual lo que hace posible hacer pública su identidad sexual.

                Los menores que carecen de estos apoyos son susceptibles de padecer trastornos psiquiátricos y ansiosodepresivos.

                Es normal que los padres sufran un periodo de desconcierto cuando descubren la identidad de género de su hijo o hija. Sienten miedo y angustia ante algo que para ellos es desconocido. Temen el rechazo, el aislamiento, la exclusión y la estigmatización. No saben que va a ser de ellos en el futuro.

                También es cierto que, normalmente, a los padres no les pilla por sorpresa. Tienen la sospecha de que algo ocurre. Lo que no saben es el qué.

                La familia necesita que alquien les ayude a soportar esa carga y a librarse de la ansiedad que padecen. No saben qué regalar a su hijo/a para su cumpleaños o para Reyes, sienten presión ante las miradas de extraños y las preguntas de los familiares, tienen que soportar juicios de valor.

                Entre las familias se ha generado una desconfianza hacia los profesionales sanitarios y de la intervención social, debido al tratamiento biomédico de la transexualidad de sus hijos/as y a que las unidades de género se han quedado totalmente desfasadas. Por eso es tan importante que los profesionales de la salud mental que también tratamos identidad de género lo hagamos desde un enfoque mucho más amplio. Los menores solo necesitan el abrazo, la comprensión y el amor de su familia. La familia debe aceptar a su hijo/a, ya que cuando esto sucede se abre una etapa de entusiasmo y felicidad. En los profesionales de la salud mental recae la responsabilidad de acompañar a estas familias a ese camino de la aceptación.

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